Este lunes todo estaba preparado para recibir a nuestros niños y niñas con muchísima ilusión, porque era el momento de vivir el cuento que hemos estado trabajando durante todo diciembre en el colegio, el Expreso Polar.
Al llegar como nunca, en pijama, lo primero fue ponernos cómodos, igual que nuestro protagonista del cuento, y calzarnos nuestras zapatillas de estar por casa.
Después nos preparamos para escuchar el cuento de nuevo con nuestras mantas y cojines, y nos acostamos agudizando nuestro oído esperando escuchar los cascabeles del trineo de Papá Noel al igual que sucede en el cuento.
Y en eso estábamos cuando escuchamos a un revisor gritar: ¡Todos al tren! No tardaron en levantarse con sus cosas e ir a ver qué ocurría. En la puerta les esperaba un revisor y les pedía su billete para subir al tren.
(imposible con tanta emoción hacer una foto bien ;))
Todos seguimos al revisor que nos llevó a la sala de cine especial de nuestro Polo Norte.
Todos preparados, con mantas y cojines pudimos ver la película del Expreso Polar, aunque sólo la parte del cuento. No soltaron sus billetes en todo el ratito que duró.
Nos hicimos una foto de grupo de recuerdo de este día tan especial con nuestros protagonistas del cuento de fondo.
Terminada la película nos hemos vuelto en tren a la clase, hemos recogido nuestras mantas solitos y las hemos guardado. Después nos hemos preparado un buen colacao en nuestras tazas para simular la parte del cuento en la que los niños, todos en pija,a tomaban algo dulce en su viaje en tren.
Cada niño ha preparado el suyo, ha echado sus cucharadas de Colacao, contando en voz alta para asociar número y cantidad, y ha removido con cuidado para dehacer el colacao bien.
Después hemos limpiado nuestras tazas con una poquita agua y las hemos secado. Qué mayores somos, y cómo nos gusta hacer cosas de mayores...
Y llegó el final y nos tuvimos que volver a poner nuestro calzado de calle solitos.
Qué mayores somos ya
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